Como optimizar la panificadora

domingo, 25 de abril de 2010


Hoy en día solemos tener muchos robots distintos en la cocina, ocupan espacio, y algunos se solapan con las funciones que ya nos ofrecían otros. Vamos a ir explorando distintas máquinas y robots de cocina, para ver como optimizar cada uno de ellos.

Para empezar vamos a dedicarnos hoy a hablar de la panificadora, de los usos que podemos darle para que nos ayude a gestionar nuestro tiempo en la cocina y nos simplifique la vida.

Obviamente, el uso más corriente es para que nos prepare panes, por supuesto ese es uno de los usos para los que está diseñada, pero también nos sirve para amasar todo tipo de masas, roscón de reyes, bizcochos, baguettes, etc, que luego podemos hornear en un horno convencional. Pero yo hoy querría hablar  además de eso de una de sus funciones menos usadas y que más prácticas resultan, la de cocinar.

Todas las panificadoras tienen una función para hacer mermeladas, y en esa opción, además de hacer compotas y mermeladas (la compota de manzana queda muy bien hecha en la panificadora) puedes preparar cualquier cosa que requiera calor y que se remueva al mismo tiempo, por ejemplo salsa boloñesa, champiñones rehogados con cebolla, salsa "alle vodka", tomate frito, etc, etc, etc. Lo maravilloso de este sistema es que tú pones los ingredientes, le das al botón y te vas, y sabes que durante una hora y 20 minutos (es lo que suelen tardar estos programas) no te has de preocupar por ello, puedes estar con tus hijos, recogiendo la casa, trabajando en tu PC, y la comida se está haciendo, luego solo tendrás que cocer pasta, arroz o patatas en un momento, y ¡voilá! comida lista.

También suelen tener una opción que solo cuece, en esa se puede cocer carne, hortalizas... cosas que no se tengan que remover con la pala, porque se desharían. Ese programa suele durar 1 hora, y es muy normal, tener que volver a darle al botón cuando pite avisando de que ha terminado, y entonces volver a mirar a mitad de la segunda cocción para ver si se quiere apagar o continuar. Todo depende de lo que se haya metido en la cubeta.

Os recomiendo que os lancéis a probar, ya que es una forma de ahorrar tiempo, y de garantizar tener la comida o la cena hecha a su hora. Ya me diréis que tal os va.

Pd: No quiero dejar pasar la oportunidad para comentar el secreto para que el pan hecho en panificadora quede estupendo: doble amasado. Pones los ingredientes en la máquina, empiezas el programa, y cuando ves que la masa ya tiene buena textura para empezar a dejarla reposar, paras la máquina, la programas para cuando te interese tener el pan recien hecho y la dejas ahí, esa masa, que luego se volverá a amasar y terminará todo el proceso te va a ofrecer un pan más alto, más esponjoso y más ligero. ¡Pruébalo!

2 comentarios:

Maria dijo...

Qué interesante. Dos preguntas nada más:

¿Cambias la cubeta para hacer en una pan y en otra el resto?

Respecto al pan, que dejas programado para que se haga: amasado-programas un programa completo, con nuevo amasado, fermentación, amasado, fermentación y cocción. ¿Es esta la secuencia o programas a partir de lo que ya está hecho -el primer amasado- y lo que ocurre es que fermenta más rato?

1beso.

azucaballero dijo...

Yo no cambio la cubeta, la verdad, la limpio y ya está.

Y cuando programo, repito todo el proceso desde el inicio. Es decir, primero amaso (vamos que quede todo mezclado, tampoco hace falta que hagas todo el amasado), lo paro y dejo por lo tanto que vaya fermentando, pero para dos horas y media antes de que nos vayamos a levantar lo he dejado programado para que se haga todo desde el inicio. Es decir vuelve a amasar, etc.

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